Preguntas frecuentes

Preguntas y respuestas frecuentes

Pregunta:

     Mi esposo y yo tenemos 36 años, 6 de relación y 2 de casados. Desde el principio noté en mi pareja poca atracción por el sexo, lo atribuí a que se había divorciado hacía poco. Yo esperaba que todo mejorara con el tiempo, pero no fue así. A pesar de eso nos casamos, no tuvimos relaciones sexuales en la luna de miel.  Después de 2 años de matrimonio, estoy desesperada,  hacemos el amor a veces cada seis meses. Antes esperaba este momento ansiosamente, ahora ya no deseo que me acaricie y menos que me haga el amor, quizá en la espera me acostumbré a vivir sin sexo. Mi esposo dice que visitaremos a un profesional que nos ayude, pero nunca sucede y además cuando me penetra, eyacula rápido, o bien no lo logra en la mayoría de los casos.  Estoy desesperada!!!  He soñado que hago el amor con un ex novio y no sé qué debo hacer.  Mi pareja sabe que no estoy satisfecha, pero evade el tema y se molesta si hablo de esto.  He pensado en el divorcio porque no soy feliz, pero amo a mi esposo y le agradezco muchas cosas, sin embargo, no sé qué hacer.

Respuesta:

     Por principio ignoro a qué te refieres cuando dices que lo amas y que en particular, le agradeces lo que ha hecho por ti o lo que te ha dado.  Obviamente me imagino que lo que no le agradeces es la vida sexual que han tenido y es así como puedes abordar el tema con él, incluso aunque comience a molestarse, porque no por el hecho de que utilice este mecanismo de defensa, tú puedes seguir sentada al lado de una bomba de tiempo que no tarda en estallarles a ambos.  Por tanto, es urgente que hables con él y le hagas saber que lo amas y que le agradeces todo lo que te ha dado, y dile que no puedes seguir tolerando esta situación, ya que no es funcional ni lógico que no hayan tenido relaciones sexuales en la luna de miel, pero sobre todo que tengan relaciones sexuales cada seis meses. 

    Las relaciones sexuales no son lo más importante en un vínculo de pareja, sin embargo, si no se desarrolla de manera sana y satisfactoria se convierte en uno de los principales obstáculos de una relación de pareja.  Tienes todo el derecho a expresar tus necesidades, tu dolor y tu frustración, de lo contrario, el estado actual se va a acrecentar, la infidelidad es inminente y todo esto puede llegar a ocasionarte múltiples problemas, tanto físicos como emocionales y está en ti evitarlo, te preguntarás cómo, y la respuesta es ya no permitiendo que esto continúe, hablando y buscando acuerdos. Tú toma la iniciativa y busca ayuda profesional, si él te quiere acompañar, excelente, sino es así, tú tómala para que puedas esclarecer tus sentimientos y tomar decisiones que te liberen de la atmósfera que está empantanando no solamente tu relación sino tu vida misma, nada ni nadie puede ser más importante que tú.

     Por lo que respecta a tu sueño, es evidente que ante la carencia, existe el mecanismo de la añoranza, no te confundas, enfoca tu atención a tu presente, ya no te permitas seguirte lastimando como lo estás haciendo y reconoce que la vida continúa mientras tengas vida, lo único que tienes qué hacer es darte cuenta de que eres importante para ti. Si él no te valora, eso no implica que tú no lo hagas por ti misma, date cuenta que tienes 35 años y toda una vida por delante, no te atemorices, porque parece ser que él ya te tomó la medida, te repito, aunque se moleste, tienes qué abordar esta problemática y buscar soluciones que pueden incluir la toma de decisiones.


Pregunta:

Mi esposo y yo tenemos 26 a ños de casados, él tiene 53 años y yo 51, con hijos de 20, 17 y 11 años. De un tiempo acá le ha dado a mi marido por experimentar  (digámosle así) en el sexo. Me invita a moteles, tomamos vino, yo llevo velas y la verdad la pasamos bien, pero a veces siento pena porque pienso que a estas alturas de nuestras vidas hacemos esas cosas que tal vez debieron de hacerse de más jóvenes, pero él me dice que hay que aprovechar el tiempo que tenemos de vida.  El quisiera que esos encuentros fueran cada semana. Cuando le digo que podemos hacer el amor en nuestra recámara, él dice que “no es lo mismo”. ¿Qué me querrá decir con que “no es lo mismo”? Me pide que me compre tangas y el otro día compré una boa de plumas rojas y me puse a bailar (efecto del vino), se puso muy excitado, al grado de que me dijo que era su p… (me da pena ponerlo) ¿estará todo esto bien? 

Respuesta: 

     ¡Qué belleza de correo!, para mí fue muy grato percibir la pureza de tus sentimientos en razón a las experiencias que estás compartiendo con tu marido. Por principio te diría que no te preocupes de nada, yo soy el primero que celebro que hoy en día existan matrimonios así, que tu marido pueda encontrar en su esposa a su p…como tú así lo refieres, porque precisamente ahí radica el porqué cientos de hombres y ahora también de mujeres, buscan tener un amante, porque no existe esta apertura de poner las fantasías en  práctica con la pareja, como sí lo está haciendo tu marido contigo, y qué padre que tú se lo estás permitiendo, pero sobre todo, a ti misma.  Por lo que respecta a lo que tu esposo te dice de que “no es lo mismo hacerlo en su recámara que en el hotel”, tiene razón, simplemente porque es diferente, además de que tiene el ingrediente para algunas personas de prohibido.  Es muy importante romper el fantasma de la monotonía, que amenaza a todas las parejas tarde o temprano. También te sugiero que te sumes a la creatividad erótica que está teniendo tu marido, o sea que también sugieras nuevos elementos que contribuyan a hacer día con día diferente su relación, me refiero a que por ejemplo ahora tú te encargues de escoger el vino o de poner incienso, que diseñes nuevas coreografías que enmarquen tu sensualidad a través de el strep teasse  y así todo lo que tú elijas con tal de que juntos sigan construyendo su nuevo erotismo, que es válido y respetable. 


Pregunta:

Tengo 19 años y tengo relaciones sexuales con mi novia. Casi nunca uso condón o alguna protección.  Cuando la he penetrado nunca he eyaculado dentro de ella, siempre me salgo mucho antes de que yo vaya a eyacular. Todavía me tengo qué masturbar por cierto tiempo antes de eyacular. Mi pregunta es si mi novia puede quedar embarazada con el líquido que sale del pene, no me refiero al semen, creo que es el líquido llamado pre-eyaculación, es un líquido viscoso.  Quisiera saber si con este líquido se puede producir un embarazo.

Respuesta: 

     En este tema existe discusión entre los distintos especialistas, (urólogos, sexólogos y ginecólogos) Sin embargo te diría que por lo mismo, existe la probabilidad de que sí pueda llegar a darse el embarazo por esta causa, por tanto, yo no te recomendaría que lo practicaras de la manera como lo estás haciendo, además de aclararte que el coito interrumpido sí es una práctica de alto riesgo en relación a la posibilidad de embarazo, porque aunque tú creas que no ha habido expulsión de espermatozoides, porque no se ha presentado la eyaculación propiamente dicha, resulta que en múltiples casos hay eyaculaciones parciales, imperceptibles para muchos hombres y sujetas a generar un posible embarazo.  Por tanto, no practiques el coito interrumpido, porque más allá de los espermatozoides presentes en el líquido preeyaculatorio está la amenaza de la expulsión de espermatozoides durante la práctica del coitus interruptus. Es preferible que te coloques un condón y lo traigas puesto antes de cualquier tipo de penetración, sobre todo porque de esta manera estarías también, teniendo sexo seguro, o sea, evitado el contagio de cualquier infección.


Pregunta:

 Tengo 26 años y 7 de estar felizmente casada, mi esposo tiene 46 años y tenemos un niño de 7 años y una niña de 3.  Al tener la parejita decidimos ya no tener más, así que él se hizo la vasectomía hace un año.  El punto es que desde que se operó, nos dijeron los doctores que a los seis meses ya no había ningún problema, pero resulta que ya tiene más de un año y no eyacula en mí, pues él argumenta que como no ha ido a revisión puede que la operación no haya tenido éxito.  Cabe mencionar que nuestra relación ha sido muy placentera, pero me incomoda su actitud, no lo he platicado con él porque debo reconocer que me da pena, pero no sé qué hacer, por lo mismo quisiera que me orientaras. Necesito saber si lo que me pasa es normal, ya que si él lo hiciera dentro de mí me sentiría satisfecha y como no lo hace, me siento insatisfecha ¿a qué se deberá?

Gracias por el espacio que nos das, me siento confundida, espero puedas responderme para saber qué hacer, y no se te olvide recomendarme uno de tus brillantes libros.

Respuesta: 

     Lo ideal sería que juntos asistieran con el urólogo que practicó la vasectomía para que ya estuvieran tranquilos a partir de que él les indiqué qué estudios se tiene que realizar tu marido y con los resultados puedan checar que efectivamente ya no hay presencia de espermatozoides en la eyaculación.  Por lo que respecta a lo que dices de que no sabes cómo decírselo a tu marido porque te da pena, bueno pues díselo tal cual como me lo estás diciendo a mí. Recuerda que la mejor comunicación es aquella que es franca y directa, espontánea y concreta, es totalmente natural tu demanda aunque no necesariamente para que el coito sea placentero se requiere de la eyaculación intravaginal.  Sin embargo, después de un año me imagino que ya así lo deseas y esto es a lo que me refiero como natural.  De paso, felicítame a tu marido, porque qué padre que existan hombres como él que se ocupan de planificar su familia y son ellos los que se atienden, evitando que sus mujeres sufran o padezcan más por la cirugía, porque no es lo mismo los efectos post-operatorios de la vasectomía, que de la salpingoclasia u oclusión tubaria bilateral. Y con gusto te recomiendo el libro “Sexo Espíritu y Amor” que puede ayudarte precisamente a mantener un diálogo con tu marido, estando mayormente informada dentro del amplio mundo de la sexualidad humana, y una vez que hayan confirmado que la vasectomía fue un éxito, te recomiendo leer el libro de las “Cien Tareas Sexuales” para que se pongan cien días a hacer la tarea.


Pregunta:

     ¿Qué debo hacer para que mi novia, día a día me quiera más?. Sexualmente, me encanta hacer el amor con ella, hemos disfrutado dos o tres posiciones del Kamasutra.

Respuesta:

     Tu pregunta es muy interesante y me pongo a pensar qué tanto depende de uno mismo el que el otro, en este caso la pareja por ejemplo, lo llegue a querer a uno “muchísimo”.  Te voy a compartir unas cuantas reglas de oro acerca del amor: la primera de ellas es que el amor significa dar, por el simple hecho del placer que te genera el dar, o sea que no está condicionado, ni tampoco limitado, amar significa dar tu tiempo, tus atenciones, tu cariño, brindar apoyo, hacerte presente, ocuparte por el otro y para el otro, pero repito, exclusivamente porque uno lo quiere dar. Por tanto, amar o pretender hacerlo para que la pareja te ame en la misma proporción, te podría decir que no es el camino, porque estarías yendo en contra de esta regla que te comento, ya no sería entonces amor como tal.  Esto no quiere decir que en una relación de pareja, ambas partes no tengan los mismos derechos y además los dos tengan necesidades afectivas, sin embargo, aquí se aplica la segunda regla que es la libertad y ésta quiere decir que respetas la forma en que tu pareja desea demostrarte su amor.  El amor jamás condiciona, en este caso ella te amará en su estilo, de acuerdo a su historia, en buena medida relacionado con la forma en la que ella ha aprendido a amar y esto tiene qué ver incluso con la relación que haya tenido con sus padres, o sea qué tanto y cómo recibió el amor de parte de ellos, posteriormente tiene qué ver con sus diversas experiencias en el campo afectivo y ahí entran situaciones como lo que típicamente hemos llamado decepciones amorosas o rechazos, e incluso experiencias traumáticas en este campo.  La tercera regla de oro del amor es la aceptación incondicional, esto quiere decir que o la aceptas tal cual es, o simplemente no la aceptas, lo que queda claro es que nadie tenemos el derecho de pretender cambiar a las personas, y en este caso a la pareja en particular, para que nos ame como nosotros queremos que lo haga. Luego entonces lo que te sugiero es que vivas este sentimiento como tú lo sientas y expreses tu afecto con la mayor libertad posible si es que así tú lo deseas, pero repito, únicamente porque tú así lo decides, porque tú reconoces contigo mismo que la amas y entonces le otorgas todo lo que tú quieras por ese sentimiento supremo.


Pregunta:

 ¿Qué se debe hacer para durar más tiempo en una relación sexual?

Respuesta: 

     Para contestar tu pregunta es importante recordar una máxima oriental que dice “en occidente se hace el amor excitados, en oriente se hace el amor relajados”, esto quiere decir que inicies el acto sexual considerando todo el tiempo posible, que te permitas, por ejemplo, observar a tu amada, que puedas tomarla de la mano e inicien ese entrelazo con un preámbulo amoroso el cual puede ser bailar una pieza musical, tener una breve charla, tomar alguna copa de vino. A lo que me refiero es al hecho de no limitar el acto sexual a tres pasos: desvestir, penetrar y eyacular; por el contrario, como ya te dije, observar, olfatear, besar, acariciar, y que todo esto vaya permitiendo el despertar paulatino de la excitación en cada poro de la piel de tu compañera y de ti mismo, recordando que existe tiempo suficiente, sin prisas, para que precisamente esto sea la base del mismo control eyaculatorio (cuando un hombre inicia el acto sexual con ansiedad, esto favorece la eyaculación prematura o involuntaria), además de que te va disciplinando en la administración de tu energía sexual a través de ejercicio de irla conscientizando momento a momento, dándote cuenta de lo que sientes y esto en sí mismo, no solamente te va a ayudar al condicionamiento de tu reflejo eyaculatorio, sino además te va a permitir que tu pareja pueda, con este ritmo, excitarse de mejor manera. Porque recuerda que en términos generales, a la mujer, por razones culturales, se le dificulta expresar de manera pronta e intensa su deseo, es entonces que si el coito lo dejas como una etapa posterior a una serie de caricias,  besos y palabras que expresen no solamente tu pasión sino también tu ternura, lograrás que el acto se prolongue y cuando entonces se presente el coito habrás facilitado el hecho de que tu pareja ya se encuentre lo suficientemente excitada como para que pueda lograr su respuesta orgásmica, y si a esto le agregas que tú, durante la etapa de coito continúas con la misma fórmula de movimientos lentos y rítmicos, esto va a favorecer que extiendas la duración del acto de penetración sin que tú eyacules. Es así como entonces lograrás prolongar la duración del acto sexual respondiendo así a tu pregunta, al margen de que puedas tener acceso a la información que habla de los ejercicios del control eyaculatorio, pero independientemente de ello, lo más importante es sensibilizarte a la dinámica del arte de hacer el amor, que en resumen, es en consciencia y con tiempo.


Pregunta:

     Tengo 34 años y mi marido 45, con 12 años de casados y dos niños. El problema es que creo que mi marido es adicto a la pornografía, pasa mucho tiempo en internet y ve videos XXX.  Nunca he tenido un indicio de que me engañe, trabajamos juntos y él se la pasa todo el tiempo conmigo y mis hijos, ya sea que salgamos o estemos en casa. El problema es la pornografía, siento que le gusta demasiado, más de lo normal. El duerme por la tarde, mientras yo hago tareas escolares y quehaceres domésticos, pero cuando mis hijos y yo nos vamos a dormir, él despierta y se dedica a ver tele y la computadora, hasta la madrugada, cuando vuelve a la recámara. Cuando llega conmigo, siento que lo hace directo, casi a terminar, después de haber estado obviamente viendo “cosas” en la computadora, lo que me molesta e indigna demasiado pues me siento utilizada (aunque se escuche demasiado cruel) como si fuera un recipiente para que él vacíe su esperma.  El no hace nada por tener un acercamiento previo al acto, por supuesto yo ya estoy profundamente dormida,  y no lo entiende, dice que yo estoy mal.  A mi hasta las ganas de tener sexo se me han quitado, pues imagino que él no piensa en mí sino en las tipas XXX que ve. No le importa agradarme en nada, solo quiere saciar sus instintos.  Mis amigas dicen que no me queje, pues lo tengo todo el día conmigo, que no tengo de qué dudar, dado que hay hombres que andan en bares, tables, etc. pero a mi me da mucho, pero mucho coraje. A veces él por descuido deja su clave abierta y he visto que sí tiene videos y fotos de a montón. ¿Qué puedo hacer, yo estoy mal?

Respuesta:

     Agradezco la confianza que me tienes al compartirme gran parte de tu intimidad.  Por principio quiero decirte que tienes toda la razón en sentirte incómoda por la forma en que tu marido se está acercando a ti sexualmente. Ver pornografía no es “malo” ni tampoco patológico necesariamente, sin embargo, cuando esta práctica desplaza o afecta  de alguna manera la intimidad en pareja, entonces se convierte en disfuncional.  No es lo mismo que ocasionalmente se consulte pornografía a que invariablemente todos los días se esté haciendo. Por otro lado, tampoco es lo mismo que se utilice la pornografía como un elemento más del amplio repertorio de la imaginativa erótica, a que sea única y exclusivamente bajo este medio como se puede lograr la excitación, y precisamente por ello entiendo cómo te puedas sentir, de hecho tu expresión es terrible cuando afirmas: “aunque se escuche demasiado cruel, me siento como si fuera un recipiente para que él vacíe su esperma, pues él no hace nada por tener un acercamiento previo al acto” y si a esto le agregamos que como dices, ya te encuentras dormida, pues claro que tienes razón en sentirte utilizada por tu marido, el qué tanto él lo esté haciendo conscientemente de esa forma, no me atrevería a afirmarlo, sin embargo lo que sí puedo reconocer es que para ti es incómoda esta situación, de modo que tienes qué hablarlo con él, poner especial cuidado en que la plática no se vaya a tornar en el sentido de que tú estás censurándole la pornografía qué él consulta, sino la dinámica alrededor de esto en donde según como me cuentas, parece ser que solo “él va a masturbarse en ti” y es precisamente esto a donde tienes qué dirigir la plática con él, y todavía más importante, investigar desde dónde nace su necesidad de excitarse con estos diversos estímulos sexuales ajenos a tu persona, porque la fidelidad de tu marido que mencionas, tanto en tu caso como en muchos otros, es tremendamente subjetiva, porque afirman que sus parejas no tienen ninguna otra relación pero, como en tu caso, es digno de investigar qué tanto tu marido todos los días mentalmente se acuesta con mujeres diferentes, y vuelvo a subrayar, las fantasías eróticas son totalmente válidas e incluso recomendables, siempre y cuando no sustituyan o afecten a la realidad.  El hecho de que tú algún día mentalmente desees a cualquier otra persona que no sea tu marido, es natural, pero cuando esto es constante, entonces vale la pena echarle un vistazo al grado de satisfacción que estás obteniendo con tu pareja.


Pregunta:

¿A qué edad deja de crecer el pene?

Respuesta: 

     Depende mucho de la raza, pero en el caso particular de la nuestra, alrededor de los 18 a 20 años, tan solo te recuerdo que lo importante no radica en el tamaño, sino en lo que se transmita a través de él, o sea, ternura y  pasión, es el puente que no solamente comunica dos cuerpos, sino también a dos almas.


Pregunta:

Estoy a punto de casarme y quisiera saber si sería un buen método anticonceptivo el coito interrumpido con condón y qué porcentaje tendría de quedar embarazada, ya que mi pareja no quiere que tome algún medicamento para cuidarme y así no intoxicar mi cuerpo. El sí se quiere cuidar y queremos saber si sería bueno utilizar éste método. De antemano muchas gracias y felicidades por su columna, nunca nos la perdemos.

Respuesta: 

Si hay un condón de por medio, no es necesario interrumpir el coito. Si el condón no se coloca adecuadamente, por supuesto que existe riesgo de embarazo. Las posibilidades de que se rompa un condón son mínimas, y se reducen si está bien colocado siguiendo las indicaciones del paquete.  El coito interrumpido no es un método anticonceptivo porque en este punto, las posibilidades de embarazo son altísimas.  En el caso de ustedes lo que está cubriendo la función anticonceptiva es el condón, no el coito interrumpido.


Pregunta:

     Hola Doctor, lo que pasa es que tengo una tía que usa tanga y ella me excita.  He tenido sueños eróticos con ella y me he masturbado poniéndome su tanga y oliéndola, quiero saber si es normal o qué sucede.  Le he tratado de decir que me gusta y que quiero tener relaciones con ella. Me siento mal por mis primos y mi tío, por ellos no lo hago, ¿le digo o no? ¿es normal que me ponga la tanga? 

Respuesta:

     Tu correo me hace recordar aquella frase lapidaria que el místico judío Jesús de Nazareth les dijera en aquellos ayeres a un grupo de hombres y mujeres: “que arroje la primera piedra aquel que esté libre de pecado” y ¿por qué la recuerdo? Debido a que tu experiencia es un ícono de la sexualidad adolescente, en particular, masculina.  No con esto quiero decir que las chicas adolescentes no puedan llegar a tener una fantasía así, lo que sucede es que es más común que los hombres la vivan y la expresen, por razones culturales ¿quién no ha fantaseado con una tía, una vecina, una maestra, una prima, o la hermana de tu mejor amigo? Y no nos espantemos de esto porque simplemente es la realidad, y esto no es ni bueno ni malo, simplemente sucede, y sucede porque somos humanos y el deseo está a flor de piel en cualquier joven que inicia su despertar sexual, lo importante parte de este punto: no porque se presente en el inconsciente o en el consciente, quiere decir que entonces se lleve a cabo, Freud ya hablaba de ello cuando descubrió el famosísimo complejo de Edipo y de Electra, pero insisto, no porque se presenta se tiene que desarrollar, y esto ni es pecado, ni tampoco es una enfermedad, únicamente es un tipo de fantasía más común de lo que te puedas imaginar.  En mucho significa el deseo por lo prohibido, lo diferente, la idealización erótica, la experiencia, en términos psicoanalíticos “tocar al animal tótem”.  Te preguntarás por qué no decírselo a ella, porque en primer lugar no sabemos cómo lo pueda recibir, qué tanto pueda entenderte o censurarte y lo más importante, qué tanto a ella le pueda mover esta situación internamente en su propia sexualidad y esto es lo delicado, sobre todo porque existe un lazo familiar que por supuesto que se puede lesionar si hubiera algún tipo de vinculación erótico-afectiva. Es entonces que es preferible que lo guardes como una fantasía personal e interna y que entonces vale la pena que así como tú, todos y todas aquellas personas que en algún momento de su vida han tenido algún tipo de fantasía de este tipo, revisen qué es lo que les provoca esta situación y de dónde viene esa necesidad erótica, no para censurarla, sino desde un estado adulto analizarla y comprenderla, en términos terapéuticos, reconocer qué es lo que me está representando dicha fantasía y finalmente poder representarla como eso, nada más como una fantasía.  Habrá algunas que se puedan llevar a cabo, como por ejemplo, tener relaciones sexuales con tu pareja en un jacuzzi, pero habrá otras como en tu caso, que por todo lo que te he compartido, serían delicadas y peligrosas, problemático y disfuncional  llevarlas a cabo.

     Te agradezco la confianza y tu honestidad, que nos permite dar a conocer otra cara más de la moneda del amplio mundo del erotismo humano, que cuando se enfrenta y se resuelve, en lugar de reprimirse y censurarse, se aprende y se crece.


Pregunta:

Le quiero consultar algo: desde hace un año mantengo relaciones sexuales con mi novio, pero cada que tenemos relaciones él me pregunta que si ya terminé y quisiera informarme cómo se siente cuando termina la mujer, o sea cuando ya tuvo su orgasmo.

Respuesta: 

     Cuando por lo general nos hacen este tipo de preguntas, los especialistas en salud sexual, en base a la experiencia profesional, hemos concluído que la posibilidad de que no se haya registrado la respuesta sexual de orgasmo es muy alta, ya que las diversas encuestas al respecto, nos indican que cuando se llega a tener, se sabe que se tuvo, el cómo lo sintió cada persona es lo que marca la diferencia, es por ello que cuando hablamos del orgasmo, debemos anteponer el término “subjetivo” o sea, la experiencia subjetiva del orgasmo, porque cada quien se refiere a él de diversas maneras, una de ellas sería por ejemplo “sentí que me elevaba” “fue super riquísimo” “lo viví como si mi alma se saliera de mi cuerpo” y así cada quien lo expresará de diversas maneras, lo que repito es que cuando lo tienes, lo puedes llegar a reconocer, porque la sensación es intensa y diferente al resto de las sensaciones de excitación, es la culminación de aquel goce que estás experimentando y cómo éste llega a una etapa climática. Es similar a un estornudo, cuando sientes el cosquilleo en la nariz es el equivalente a la excitación, y una vez que estornudas, esto sería el equivalente al orgasmo, finalmente al estornudar se libera la tensión.  No te presiones, tampoco lo busques, simplemente relájate, deja que tu naturaleza actúe por sí sola, nuestro cuerpo es sabio, confía en él y cuando menos te imagines, podrás tener dicha vivencia.


Pregunta:

Soy hombre. La semana pasada en una fiesta y con unos tragos de más, conocí a un chavo con el que después de la fiesta fui a un hotel y me hizo el amor. Me hizo sexo oral y sexo anal (solo besos), no hubo penetración de ninguno de los dos. Te repito, solo hubo sexo de su parte. Mi pregunta es la siguiente ¿crees que puedo contagiarme de sida? Cuando me hizo sexo oral yo no tenía condón.

Soy una persona reservada que no tiene una vida sexual muy activa, por el miedo de contagiarme de alguna enfermedad, tengo 30 años. Estoy consciente de que actué irresponsablemente. Mi preocupación es porque la persona que estuvo conmigo tiene una vida desordenada  (sexo, alcohol, etc.)

Respuesta: 

     Lo primero que quisiera aclararte es el término de sexo anal, en la práctica específica que me refieres no sería el término correcto, porque cuando se habla de ello es que está implicando la penetración, por tanto, a lo que tú te refieres se nombra como oroanalidad. Sí hay riesgo de contagio, pero no de VIH Sida, sin embargo, sí en cuestión de otro tipo de infecciones, como puede ser la misma Hepatitis tipo B, al margen de aclarar que ésta es una zona que difícilmente está libre de gérmenes y que entonces para realizar este tipo de práctica, lo que se sugiere es aislar esta zona con un pedazo de plástico para que entonces se pueda evitar cualquier tipo de contagio. De igual forma en el caso del sexo oral, en la modalidad del cunnilingus (que es la caricia bucal a la vulva) es recomendable utilizar este mismo plástico aislante  y en el fellatio (caricia bucal al pene),  utilizar el condón, no tanto por el riesgo de contraer VIH Sida, sino para evitar el contagio de otro tipo de infecciones de trasmisión sexual, como puede ser el Virus de Papiloma Humano o Herpes, entre otros. Las experiencias son para aprender de ellas, y opino que tú tienes mucho qué aprender de ésta, sobre todo por el hecho de que al calor de las copas se tomen decisiones que ponen en riesgo tu salud y en ocasiones hasta tu vida misma. El alcohol nubla la consciencia y de nada sirve que te protejas diez veces si en la onceava ocasión te descuidas, porque el contagio solamente necesita de una sola vez para que se pueda dar.


Pregunta:

La duda que tenemos mi pareja y yo es que siempre que hacemos el amor ella tiene la sensación de que quiere hacer pipí.  En una ocasión le preguntamos a una ginecóloga y nos dijo que era por la posición, pero el caso es que siempre pasa y con diferentes posiciones. Quiero saber su opinión pues yo creo que es eyaculación femenina y ella cree que es solo orina.

Respuesta: 

     No se preocupen, para que tu pareja se sienta tranquila, lo recomendable en estos casos es pedirle a la mujer que antes de iniciar el acto sexual vacíe su vejiga, y una vez que lo haya hecho no tendrá por qué preocuparse de que exista salida de orina en el momento del acto sexual, de tal suerte que cuando vuelva a tener la sensación de querer ir al baño podrá dejar fluir ese líquido que salga de su vagina con toda la libertad de saber que no es orina, sino que efectivamente es producto de lo que sexológicamente se ha nombrado como eyaculación femenina, con todos los beneficios que esto trae, básicamente es un orgasmo muy intenso y cuando ya no lo reprima, podrá darse cuenta del placer que esto conlleva, despreocupándose, relajándose y disfrutándolo.  Cabe señalar que tu pareja sería la envidia de muchas mujeres que duran años en poder obtener un orgasmo de este tipo. Luego entonces, si ustedes están teniendo la facilidad de tenerlo frecuentemente, aprovéchenlo, lo único que necesitaban era la información que con gusto les comparto y que espero les de la libertad de poder vivenciarlo en toda su plenitud.


Pregunta:

     Soy una ama de casa de 21 años, con un niño de 3 años. Mi problema es que tengo una relación de hace un año con el esposo de mi cuñada, hemos tenido relaciones y lo que me pasa es que con él disfruto al máximo y con mi marido no, y aunque él hace locuras como el jugar, bañarnos en tina y demás, no logro la misma satisfacción que con mi concuño, pese a que lo veo cada mes o a veces en fiestas. He tratado de ya no verlo, pero no puedo y cuando estoy con mi marido pienso en él. ¿Qué consejo me da? ¿Por qué no puedo sentir el mismo placer con mi marido? También me puse la cápsula anticonceptiva y siento que ya no tengo la misma necesidad de tener sexo como antes ¿por qué será?

Respuesta:

     Tu situación es sumamente delicada. Por principio veo dos grandes problemas que merecen ser atendidos a la brevedad. Por un lado, es urgente que termines la relación con tu concuño. Y la segunda parte se refiere a tu matrimonio, el cual me pregunto qué tanto puede estar ensombrecido por la relación de amasiato que sostienes. Por lo mismo considero que lo primero que hay qué hacer es finiquitar esa relación y posteriormente, darte la oportunidad de replantear el vínculo con tu marido y en ese proceso, darte cuenta de qué tanto lo amas y si te satisface sexualmente.  Para ello yo te recomendaría buscar ayuda profesional, porque percibo que estás sumamente confundida, que tienes qué elaborar toda esta información desde un contexto científico, profesional, bajo un tratamiento en una primera etapa, en terapia individual y posteriormente, en una terapia de pareja con tu marido. Sería conveniente que antes de tomar la decisión de divorciarte, te des la oportunidad y se la des a tu esposo, de salvar su matrimonio. 

    La madurez no se mide necesariamente por la edad cronológica, sin embargo, pienso que en tu caso, juega un papel primordial. De modo tal, no eches en saco roto la observación que te hago de resolver esta situación con la ayuda de un tratamiento psicoterapéutico que fortalezca tu estructura emocional y te clarifique.

     Comentas que tu marido sí te ofrece una dinámica sexual diversa, o sea que perece ser que el problema no es de monotonía o de falta de creatividad erótica o de represión sexual, por lo mismo me atrevo a interpretar que más bien lo que te hacía “preferir” la relación con tu concuño, era la adrenalina que estaba implícita en dicho contexto y no era tanto en sí la persona, sino en términos psicoanalíticos, lo que se llama el atractivo de lo prohibido. Por lo que respecta a tu baja de tu apetito sexual a raíz del consumo de los anticonceptivos que mencionas, no se debe a ellos, todo parece indicar que es debido a la culpa y a la ansiedad generada por lo que estás viviendo y no es para menos, por ello lo tienes que suspender inmediatamente.


Pregunta:

     Yo inicié mi vida sexual muy joven, desde los 15 años, ahora tengo 35  y mi vida sexual ya no es tan excitante como antes, siento que amo a mi pareja y él me complace en todo, pero hay ocasiones en que tengo que fingir el orgasmo porque no logro alcanzarlo. Si no lo hago, mi pareja comienza a preguntarme qué me pasa o si no tenía ganas. Debo ser sincera, hay ocasiones en que no quisiera hacerlo, siento la relación aburrida. Le he pedido que hagamos algo diferente, como ver películas para adultos o comprar tal vez un aceite para masajes, pero dice que si no logra excitarme solo, sin esas cosas.  Mi pregunta es ¿estoy mal por querer que nuestra relación sea diferente?

Respuesta:

     No estás mal en querer que tu relación sea diferente, de hecho en las ciencias sexológicas es lo que se recomienda, precisamente para combatir la rutina. La monotonía sexual es algo que amenaza continuamente a toda relación de pareja, incluso a los amantes mismos o a las parejas más conservadoras, sin embargo hay estructuras de personalidad muy rígidas que se resisten al cambio, a esto agrégale el hecho de vivir en una sociedad todavía muy influenciada por el machismo y los movimientos patriarcales en donde el hombre es quien dirige, y en el ámbito sexual, con mayor razón, porque se supone que “estaría en juego su virilidad” de acuerdo a estos preceptos machistas, entonces es probable que él se pueda sentir herido ante tu sola sugerencia de incorporar elementos diferentes para que coadyuven en su excitación. De modo que te sugiero consideres esta información para que puedas hablar con él y desde esta consciencia le expliques que no es personal, no es que él no te llene, sino que es importante estarse renovando continuamente, porque existe un principio que es el del eterno cambio, que sostiene que absolutamente todo es diferente segundo a segundo, lo único permanente es el cambio. Entonces sería conveniente que realizaras la siguiente tarea: dile a tu pareja que hagan un ejercicio, el cual consiste en re-presentarse, o sea, volverse a presentar mutuamente, explicándole que ya no son los mismos, por obvias razones, él ya no es el que tú conociste cuando fue tu novio y tú tampoco, así es que las necesidades de ambos son distintas, en base a esto tú solicitas incorporar nuevos elementos a su dinámica sexual y aprovechas para, más allá de la intimidad, cubrir cinco áreas básicamente: la familiar, la social, la personal, la de pareja y la profesional, si fuera el caso, y le describes cómo eres en cada una de ellas como si no te conociera, pidiéndole que él haga lo mismo contigo y se explican cómo son en éstas áreas, cómo se desenvuelven, y qué les gusta y qué no, de tal forma que pareciera que no se conocen y te puedo asegurar que ambos van a descubrir facetas de la personalidad del otro que en la actualidad no conocían o no consideraban, lo que te va a dar pie para que abordes el tema de la sexualidad.  Por lo que se refiere a fingir los orgasmos, puedo entender desde dónde lo hacías, sin embargo, te sugiero que ya no lo hagas, dice la sabiduría popular “para qué hacer cosas buenas que parezcan malas”, porque el día que él se diera cuenta de que tú lo engañas en este sentido, muy probablemente se empeorarían las cosas, así es que ahórrate esta situación, habla con él y sosténte en lo que necesitas, porque simplemente lo necesitas.  Tampoco se trata de que no expreses tus deseos. Vuelvo a repetirte, no es malo lo que tú planteas, es tu derecho y además si no lo haces, tarde o temprano va a convertirse en una bomba de tiempo que va a explotar. Es menester aclarar que como tú has estado fingiendo tus orgasmos, tu marido piensa que todo está bien y que por tanto, son innecesarias las modificaciones a la dinámica sexual, que tú sugieres. Toma esto en cuenta para que consideres que a la primera él no te va a entender como quisieras, pero no por ello tú vas a desistir de lo que para ti es importante y necesario.


Pregunta:

     Hola, ¿cómo estás? Quisiera saber porqué a mí no me gusta tener sexo como a otra gente, yo sé que no todas las personas son iguales, pero a mí no me llama la atención para nada, no me excita nada de lo que me hace mi marido, incluso nunca he tenido un orgasmo, no sé ni qué es eso, lo único que quiero es que mi esposo se quite rápido, así que finjo que ya me vine y que me gustó con tal de que se quite de encima. ¿Por qué me pasa esto? ¿Qué me está sucediendo? Mis amigas hablan de sus relaciones y yo no tengo nada qué decir, yo creo que entre mi esposo y yo no hay nada, no me siento segura de mí misma porque yo no puedo hacer ninguna posición, sólo “normal”, de repente me aloco, quiero hacer algo nuevo y busco que mi esposo me diga cómo, pero con su actitud me quita el entusiasmo, en todo caso siento que soy tonta para el sexo y aparte no me gusta cómo lo hacemos, siento que en vez de gustarme, me lastima, y lo que quiero es que termine para que se retire.  Ayúdame, dime qué pasa, yo siento que lo quiero, pero no sé cómo quitarme ese temor y ser como dicen por ahí, una prostituta en la cama.

Respuesta:

     Te percibo confundida, porque al principio afirmas que no te interesa el sexo, luego lo desvías a que no te excita nada de lo que te hace tu marido, continúas comentando que sientes que lo quieres, pero que no sabes cómo quitarte ese temor, y por último, terminas diciendo que quieres ser una prostituta en la cama. Por todo lo anterior es que te percibo confundida, quieres pero no puedes, y luego parece ser que sí pudiste en alguna ocasión pero tu marido te quitó las ganas y me imagino que entonces te cerraste aún más.  Esto del sexo en realidad es más personal, que de pareja.  Por tanto, vamos a trabajar primero contigo, y luego con tu relación. ¿Porqué no descubres tu propio mundo erótico? Un día métete a la regadera, tómate toooodo el tiempo del mundo y relájate con agua calientita, apapáchate, en pocas palabras date un baño lento, muy lento, comienza a enjabonar, a sentir cómo recorren las gotas de agua por cada poro de tu piel y conforme vas enjabonando tu cuerpo descubre qué sensaciones te provoca el contacto directo con todas y cada una de las partes de tu cuerpo, deténte donde sientas algún tipo de sensación placentera, exquisita, conscientízala y repítela una y otra vez, date permiso de sentir, porque si lo sientes, significa que es tuyo y si es tuyo, es importante. Acaricia tu cuello, tus brazos, tus senos, tu abdomen, tu cintura, tus caderas, tu bajo vientre, continúa con tus piernas, finaliza con tus pies, redescúbrete o tal vez, descúbrete, porque quizá nunca te has conocido, ignoras quién eres, cómo eres, cómo sientes, dónde sientes, hasta qué punto puedes sentir.  Si llegaras en algún momento a estar tensa, deténte, suspende lo que estés haciendo, continúa bajo la regadera, respira hondo, contacta con el momento, date cuenta que estás en tu espacio, con lo cual no dañas absolutamente a nadie, es tu derecho, es tu intimidad.  Si aún después de reflexionar sobre todo esto que te digo decides suspender el ejercicio, entonces hazlo, termina de enjuagarte y reposa tu experiencia recostada sobre tu cama, y a tu ritmo y a tu pausa, reincorpórate cuando así lo desees a tus actividades cotidianas. Posteriormente en algún otro día de la semana, retoma el ejercicio con el objetivo de que cada vez que lo practiques puedas desenterrar a la mujer que llevas dentro y espero más temprano que tarde, te reencuentres con tu ser mujer y desde ahí entonces puedas disfrutar de todo aquello que nos ha dotado la naturaleza, dentro de los terrenos del erotismo humano.

     Con gusto, reenvíame otro correo compartiéndome tus experiencias, cómo te has sentido, qué tanto has evolucionado y a qué nuevos retos te has enfrentado.  Por el momento suspende el contacto erótico con tu pareja, infórmale que te dé un tiempo para trabajar contigo misma, para que posteriormente lo compartas con él y juntos descubran la magia del amor.


Pregunta:

     Tengo 19 años y hace un mes comencé a tener relaciones con mi novia con la que llevo 5 meses.  Ella es muy irregular en sus períodos menstruales, por lo que decidimos usar condón, pero ella tomó pastillas de emergencia.  Llegó su menstruación a las dos semanas, después de lo cuál tuvimos relaciones y ella volvió a tomar pastillas, y volvió a menstruar (dos veces en menos de un mes).  ¿Esto es normal o es efecto de las pastillas? Además del condón ¿qué otro método podemos utilizar para evitar el embarazo sin que ella tenga que tomar esas pastillas?                                 

Respuesta:

     Te diría que es natural, por el hecho de haber consumido las pastillas anticonceptivas de emergencia, lo que me llama la atención, y es al punto que quiero dirigir mi sugerencia, es al hecho de que las pastillas de emergencia no deben ser utilizadas como método anticonceptivo y tal parece que ustedes las han utilizado como tal, por ello es que ha habido estas irregularidades que tú me mencionas. Lo que te recomendaría es visitar a un ginecólogo para que realice la historia clínica y les ofrezca un abanico de métodos anticonceptivos ajustados a sus propias necesidades.  Recuerda que cada organismo es distinto, por tanto, es el ginecólogo quien puede, en base al historial clínico, ofrecerles estas opciones.  Al margen de aclararte que toda mujer, una vez que inicia su vida sexual, es necesario que acuda a la consulta ginecológica, no solamente para la orientación anticonceptiva, sino para practicar el papanicolaou, el que de aquí en adelante, por lo menos una vez al año, tendrá que realizarse tu novia.  De esta forma se estarían ocupando no solo de su salud reproductiva, sino de su salud sexual.  

     Por lo que respecta a soslayar el uso del condón, éste los previene de contraer cualquier tipo de infecciones de transmisión sexual, por tanto, a reserva de previamente haber descartado cualquier tipo de infección en ambos y bajo previo compromiso de absoluta fidelidad, podrían entonces prescindir de él, considerando de antemano que estuvieran ya utilizando cualquier otro método anticonceptivo.